Dakhla, mas allá de la nada
Desde tiempos de los fenicios y hasta que no llegó el portugués Gil de Eanes y se atrevió a doblar el cabo Bojador, éste remoto lugar de África fue considerado el símbolo de lo desconocido, el lugar del Mare Tenebrosum tras el cual era imposible aventurarse sin la certeza de no regresar jamás. Tampoco contribuyeron a las exploraciones las extrañas crónicas del periplo de Hanon, ni mucho menos que Ptolomeo bautizara a este lugar del mapa como “el cabo del miedo”. Qué equivocados estaban Herodoto y aquellos otros que...