Normalmente escribo las entradas en el vuelo de regreso a casa, pero esta vez ha sido distinto. Aparte de que me quedé frito por el cansancio, tenía el corazón encogido por la pena y me sentía como si me hubiese tragado un calcetín. Me matan las despedidas y los cambios, aunque los necesite.

Es que el otro dia, no solo me atacaba la nostalgia por regresar de un pais en el que habia pasado el último año, sino que dejaba atrás mi vida anterior.

Y así he estado desde entonces, sin ganas de escribir, entre sollozo y sollozo, (aqui quizá esté exagerando un pelín) intentando digerir ese calcetín mientras los recuerdos me iban golpeando machaconamente, hasta que me dí cuenta de que no tenía sentido estar así, que por fin habia vuelto a África, y era lo que tanto deseaba…

y tenia que mirar  “palante” y volver a sacar el macho alfa que llevo dentro. (por cierto, que gran parecido en esta foto con el que anunciaba eso del nespresso… como se llamaba? George Clooney creo…).

Y así fue como volví de lleno a Africa, dispuesto a descubrir cosas nuevas a diario y dejarme sorprender a cada momento, siempre con los ojos bien abiertos. Es así como entra el mal de África, que ya nunca sale, un día te sientes capaz de ver algo más que una acacia en la foto de abajo y alcanzas a ver a un par de elefantes jugando al escondite, acechantes, detras de ella, es entonces cuando empiezas a estar atrapado…

Bueno, pues como decía, estaba yo sumergido en mis profundidades, a orillas del Lago Victoria, sesteando a la sombra de un cocotero, (mientras intentaba averiguar por qué dormir bajo un cocotero era la principal causa de muerte en algunos países), cuando me dí cuenta de que me había ido de Estados Unidos y apenas había escrito nada sobre Virginia..

Soy consciente de que en los últimos meses he hecho algún que otro kilometrillo buscando sitios especiales, pero también los he encontrado a escasos Mac Donald de distancia de casa, y nunca os he hablado de ellos.

Ahora que ya no estoy allí, me vienen a la memoria sitios tan increíbles como el First Landing Park, las playas de los Outerbanks, los ponies salvajes del Parque de Chincoteague, los Manglares del Great Swamp Dismal…

o sus villas históricas, Williamsburg, Yorktown, Monticello…

Este año he llevado una vida muy sacrificada, pero he disfrutado a tope de muchos momentos y me va a costar olvidar las carreritas mañaneras que me daba por la ria de Lafayette, el brunch en el ferry de Porstmouth, las tardes de lectura en el muelle del Ocean View, los cangrejos para cenar en el Dock Side, las copas en el Hot Tuna…(presiento que así contado, pudiera parecer que mi sufrimiento no ha sido excesivo, pero la procesión ha ido por dentro).

Y tambien voy a echar de menos desayunar en la terraza y recargar las pilas con esta vista tan reconstituyente. (Me refiero a la ria).

Pero lo que no voy a olvidar nunca son a los amigos que alli he dejado, su acogida, aquellas charlas con los de JFT cuando el trabajo “me abrumaba” o la nostalgia me invadia, la mesa de españoles para comer, las fiestas en casa de los amigos y el apoyo moral de todos, asi que a todos, todos, muchísimas gracias y a algunos cuantos, pues mas especialmente todavía.

Si es que lo mejor de mi profesión siempre serán los compañeros. Pienso en ellos y me vienen a la memoria aquellos versos que describian la gesta de Shackleton: «si miro adelante por el blanco camino, siempre hay otro que camina junto a mí.» (T.S.Elliot) (me imagino que os habré dejado los pelos escarpiaos).

Y como os decia al principio, no solo me voy de Virginia, sino que dejo atras muchos años en el Ejército…Cuando Mandela abandonaba la cárcel de Robben island y le preguntaron qué diferencia había entre el hombre que entró en prision y el que salía 30 años después, dijo que «había madurado». Yo, tras un periodo parecido (no tanto) en el Ejército me temo que no voy a poder decir lo mismo, no vaya a ser que no sea rigurosamente cierto.

Así que ya estoy fuera. Espero adaptarme bien a mi nueva situación, ya se sabe que es mas fácil militarizar a un civil que civilizar a un militar ;-). Me ha costado dar este paso, pero es que aunque el Ejército me lo ha dado casi todo en esta vida, ahora necesito otras cosas, muchas mas…. y echaba mucho de menos a mi familia. Por eso me fuí.

Ademas a mí lo de vivir el sueño americano, me daba eso….sueño.

Asi que la proxima vez escribiré sobre Africa, que ya va siendo hora.

Os dejo con algunas fotos africanas que creo que todavia no he publicado, unas son nuevas y otras non. Lo importante no es la actualidad de la foto, sino lucir ese arte que uno tiene dentro.