Alaska: El Bosque fantasma - El Coleccionista de Desiertos
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Alaska: El Bosque fantasma

Acabo de llegar de Alaska, entusiasmado y agotado, y eso que, como me he ido con el checo, por fin he tenido un viaje tranquilito, sin contratiempos.

 
La verdad es que le he cogido cariño y todo al chaval, hacemos un buen equipo de viaje, el es excesivamente ordenado y organizado y yo….., pues también, lo que pasa es que me lío… Para que le conozcáis, adjunto una foto con el, que sé que hay gente que empieza a sospechar que estoy fatal y que lo del checo es un amigo imaginario que me he echado y que solo yo puedo ver, o que no es checo sino chica, pero por fin aqui podeis verle, haciendo el tonto junto a mi, es que no para, una cosa…
Lo malo es que le gusta imprimirle tal seguridad al viaje, que apenas nos suceden incidentes dignos de mención. Menos mal que para darle un poco de chispa nos quedamos atrapados en la nieve, también en el barro, ah, y una vez mas el suelo se hundió a nuestros pies en la grieta de un glaciar…Si acaso lo mas memorable fue nuestro encontronazo con un oso pardo que iba a sus cosas y no se fijaba ni por donde iba….Pero eso no os lo cuento, que luego mis lectores (que alguno hay) de La Tortuga dicen que soy un peliculero…
Pero como seguro que lo del oso no os lo vais a creer, voy a poner la foto que tuve tiempo de hacer antes de que oso, checo y cucharilla entráramos en un episodio de histeria colectiva, empezáramos a chillar y saliéramos corriendo hacia los cuatro puntos cardinales, (y eso que éramos tres…)
Pero bueno, hoy no quería contaros el viaje que eso lo haré la semana que viene, sino dedicarle esta entrada a un bosque muy especial. (Os aconsejo que pincheis en las fotos y las veáis en grande).
Este bosque murió en un terremoto que tuvo lugar el mismo día que a muchísimos kilómetros de distancia nacía alguien muy especial ( aquí hago un inciso para comentar que ese bebe era yo, clarostá). Que conste que no era mi intención armar tanto follón al nacer, que esperaba empezar a dar guerra con los años, pero a veces, ni yo mismo me controlo…
Aquel terremoto (me refiero al movimiento sísmico, no al niño) provocó que algunas zonas de la Peninsula de Kenai se hundieran de golpe mas de dos metros, quedando este bosque atrapado en el agua y petrificado, que por cierto es como me quedé yo cuando lo descubrí.
No sé, pero me sentía especialmente unido a este lugar, me impresionaba saber que estos árboles llevan muertos exactamente el mismo tiempo que yo llevo vivo. (Que por cierto, no fue hace tantos años, que aunque viendo este bosque pueda parecerlo, esto no ocurrió en el Paleozoico, ni siquiera cuando se estudiaba Preu en el colegio…)
Aqui, en un momento de despiste, me tomaron este robao. En el, se puede observar como la simbiosis hombre-arbol era poco menos que perfecta, y no me refiero a que a veces parezca un poco tocho como estos, o que debajo de la corteza haya serrín, me refiero a algo mas espiritual, que algunos cachocarneconojos no vais a entender.
Una vez mas, me cautivó el silencio del lugar. hay sitios que los quieres para ti, y deseas con todas tus fuerzas poder volver cada vez que lo necesites. Desde ahora este es uno de los mios,
Pavel y yo no separamos pues ambos queríamos descubrir el lugar en solitario. Fue increíble, pasé el resto de la tarde hablando con los arboles, (sobre todo el que mas hablaba era yo, que ellos era mas como que se fijaban y asentían), contándoles como había sido mi vida, mis sueños, mis inquietudes…
Y así conversando se nos echó la noche encima. Me habría quedado a dormir, si no hubiera sido porque estábamos a unos cuantos grados bajo cero, habia animales salvajes y todavía no me había repuesto del susto del oso y Pavel, que es mas de hotel, ya no me hablaba en inglés sino que rajaba en arameo porque se quería marchar de una vez. Este conjunto de circunstancias me devolvió a la realidad…
Estas dos fotos son de otro bosque fantasma de Alaska, que no tengo ni idea de cuando ni como murieron, pero cumplen con una función literaria que desarrollé con profusión en todos los trabajos que hice durante mi carrera que es la de el relleno propiamente dicho.
Volviendo a mi bosque favorito, con gran pena nos despedimos, recuerdos, lágrimas y promesas se agolpaban en nuestros corazones que palpitaban aceleradamente (me estoy especializando en poner estas frases eh) así que para apaciguar el dolor, quedé en volver a visitarles si tenía lugar otro terremoto, pero que mientras tanto me iba a recorrer otros mundos, que todavía me quedaba mucho por ver.
Y con esta última foto os dejo, espero que os haya gustado, a mí mucho. Me refiero a las fotos, que el texto ya se que no ha sido muy allá, pero probar a escribir unas cuantas líneas sobre unos troncos viejos sin tirar de wikipedia…misión imposible.

Anda, que os voy a colocar de verdad la foto con el checo, que entre lo de hablar con los árboles y el checo imaginario, vais a pensar que estoy pa que me vean.

La semana que viene os contaré el viaje por Alaska, y voy a procurar ajustarme lo máximo posible a la realidad, sin apenas exagerar nada, nada, nada.

11 Comments
  • lurdes
    Publicado a las 03:30h, 10 mayo Responder

    Son las cinco y diez de la mañana. Me desvelo y miro mis mensajes y lo primero que leo es tu post. Estaba flipando con lo del bosque pero más con lo del amigo imaginario. Sobretodo cuando leo su nombre (Pavel) que es el nombre que usa tu madre para firmar sus preciosos cuadros. Definitivamente este primo está majara. Menos mal que al final pusiste su foto que si no….. En fin, estoy deseando que pongas el resto del viaje que me encantan tus fotos y tus comentarios (aunque se te escape una falta de ortografía importante), ja, ja, jaaaa. Un beso.

    • undiaenlavidadecuchara
      Publicado a las 03:39h, 10 mayo Responder

      Hola prima, tu ya eres una fija de mi blog, me encanta. Lo de las faltas de ortografía, es una pose que hago a drede para mostrar mi lado mas humano.

  • batusina
    Publicado a las 06:06h, 10 mayo Responder

    Siempre al límite, cuchara!!! Glaciares, osos, cervezas en la zona salvaje de las Rozas!
    Como siempre…me ha encantado.
    Normal que muriera el bosque, no podían convivir en el mismo planeta, tanta belleza:-P
    Nos vemos pronto

  • Titi
    Publicado a las 09:06h, 10 mayo Responder

    Veo que estas totalmente mimetizao con el entorno…

    • undiaenlavidadecuchara
      Publicado a las 16:33h, 12 mayo Responder

      que pasa Titi, ya me conoces siempre intentando pasar desapercibido

  • Blanca
    Publicado a las 11:59h, 10 mayo Responder

    ¿y los gyn tonics en copa de balón?
    Impresionante el viaje, preciosas las fotos, y tus comentarios… muy tuyos, eso está «vien»,

    Nos vemos comiendo minisandwiches de colores en infusión de cebolla caramelizada y culis de cebolleta.
    Esperando impaciente tu próxima entrada, se despide atentamente esta que subscribe.
    bss

  • lurdes
    Publicado a las 12:00h, 10 mayo Responder

    ja, ja, jaaaaaa. la has corregido, así nadie se entera…….

  • Ana REGUERA
    Publicado a las 14:51h, 12 mayo Responder

    Carlitos!!!
    Que envidia, vaya viajecitos q te montas! Suerte que por unos instantes los compartes con nosotros. Un abrazote!!

    • undiaenlavidadecuchara
      Publicado a las 16:30h, 12 mayo Responder

      Ay Ana, pero como aquel viaje con vosotros, pocos eh?

  • maria
    Publicado a las 23:08h, 12 mayo Responder

    Buenas! como ves, aun sigo pintando…y siguiendo tu blog y tus fotos puro arte. Aparte de la coincidencia de fechas de nacimiento (que bueno!!) a este paisaje no sé bien si le pegaría música de Grieg o ‘Badlands’ de Springsteen… 😉
    Un abrazo muy fuerte

  • Pilar Carmona
    Publicado a las 18:28h, 15 mayo Responder

    Qué árboles más tristes verdad? Buen viaje Cucharilla!

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